Me encanta, pero la recién cogida del campo, la habéis probado, sabe diferente a la envasada, sabe a tierra y sus efectos depurativos son mayores.
Es muy fácil hacer la ensalada, se cuecen en una olla con sus tallos ( para que no se desangren me dijo alguien en una ocasión ) durante 30 minutos, vamos comprobando que estén blandas.
Se enjuagan y se pelan, se cortan y se mezclan con cebolla picada.
Y para terminar se aliña con aceite de oliva virgen extra, vinagre y sal.
Lista para servir como entrante o como plato único en la cena, os animo a probarla y si es ecológica o de huerto tradicional, mejor que mejor, si respetamos la tierra ella lo agradece con sus cosechas.
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